En las zonas forestales la poda se emplea para obtener fustes más rectas y con menos ramificaciones, por lo que mejora la calidad de los árboles.
En las zonas urbanas la poda se realiza para prevenir el riesgo de caída de ramas y controlar el tamaño de árboles cuando su ubicación no permite su desarrollo completo.
Se debe tener los conocimientos necesarios para la realización de una poda adecuada, ya que cada árbol exige un tipo de poda diferente.
Su crecimiento es muy rápido haciéndolo ideal para setos bien tupidos, crece hasta 50 centímetros por año, soporta las podas fuertes y, a diferencia de los otros cipreses, rebrota muy bien sobre madera vieja.
Poseen un sistema de regulación por el cual generan nuevas hojas en la parte alta de su copa a medida que las hojas viejas se van secando en la zona más baja de la copa, esas hojas secas son las que se podan en primavera, verano u otoño.
Los árboles de gran tamaño tanto en zonas forestales como urbanas deben ser podados para mantenerlos sanos y cuidados, evitando así que puedan desprenderse ramas peligrosas creando situaciones de peligro.
Utilizamos para la poda maquinaria especifica, utilizamos el sistema de trepa en casos excepcionales cuando el acceso no es apto para el vehiculo.
Acoplamos a la grúa un cabezal de corte con motosierra adecuada para talar árboles y ramas en áreas de parques, cerca de líneas eléctricas...
Fortalecer las plantas y eliminar todos aquellos tallos que le están robando vigorosidad y fuerza a la planta.
Se realiza en invierno sobre árboles de crecimiento lento o poco vigorosos. Frena la formación de flores.
Desmochar o descopar. Se realiza en el primer año, consiste en podar la rama principal de la copa para favorecer la ramificación.
Se trata de cortar ramas enteras, a veces se hace a la vez que la de formación. Ayuda a la formación de la copa.
Se realiza al cabo de varios años, para dar una forma adecuada al árbol.